Diseño y publicidad, dos palabras que uniformemente no tienen el mismo significado pero que van siempre de la mano en el mundo de la comunicación publicitaria.
Navegando un poco en el espacio cibernético de la Real Academia Española encontré que:
Diseño es la concepción original de un objeto u obra destinado a la producción en serie, mientras que publicidad es la divulgación de noticias o anuncios de carácter comercial para atraer a posibles compradores, espectadores, usuarios, etc.
Muy probablemente ya teníamos idea de el significado de estos dos términos, pero ¿realmente son utilizadas de manera adecuada hoy en día? Diseño y publicidad son palabras que podemos encontrar en todas partes a cualquier lado que volteemos a ver, desde la ropa que llevamos puesta hasta los pequeños negocios que podemos encontrar en cada esquina.
Pero bien es cierto que no siempre son fáciles de combinar; bien recuerdo mis primeros años en la carrera y lo complicado que muchas veces se me hizo crear algún concepto para una marca que unificara perfectamente el diseño y la publicidad, pero tarde o temprano encontramos el camino adecuado de esa inspiración diaria a la que nos vemos enfrentados diseñadores, comunicadores, publicistas o mercadólogos.
La publicidad es esa herramienta que nos permite jugar con las palabras, formas, experiencias, colores, recuerdos, imágenes, olores, sabores, etc. para plasmar esa idea en el diseño ya sea gráfico o audiovisual. Siempre me sorprende la manera creativa en que la publicidad siempre resuelve un problema de comunicación, esa forma ingeniosa en que se encuentra el camino exacto para ir y crear una campaña, esa sensación y buen sabor de boca cuando se logra transmitir lo que comenzó como un concepto, una palabra, una lluvia de ideas, una palabra clave y logra convertirse en un bello carruaje, una campaña que logra traspasar la imaginación y capturar la atención de las personas, crear emociones y alcanzar el objetivo deseado, que tu receptor se sienta identificado y se cree un engagment con tu marca. Juntos podemos lograr esta espectacular combinación de factores y usaremos de manera exacta la mancuerna perfecta: diseño y publicidad.
