Sin lugar a dudas, la inteligencia artificial ha traído múltiples beneficios a la humanidad. Para tener una idea más clara: la imprenta tardó casi 300 años en adoptarse plenamente, mientras que la IA conversacional sólo necesitó tres. Es decir, fue 100 veces más veloz en convertirse en parte del uso cotidiano que la imprenta.
Ahora bien, ¿eso es bueno o malo? Depende de qué y cómo se utilice. Es positivo porque demuestra que vivimos en una sociedad cada vez más dinámica y adaptable a los cambios tecnológicos. Pero también es negativo, porque muchas industrias y profesiones han quedado rezagadas o desvalorizadas, entre ellas una de las capacidades humanas más nobles e inigualables: la creatividad.
Aclaremos: el mundo no es maniqueo. No todo es blanco o negro; en realidad, todo es una gama de grises. Sin embargo, en la disputa entre el uso de la IA y la originalidad, algo está cambiando. Y eso lo quiero explicar a partir de la herramienta que ha lanzado Cloudflare. Aquí va un resumen:
Los modelos de IA como ChatGPT, Gemini o Perplexity se han entrenado con enormes cantidades de contenido en línea, muchas veces sin respetar los derechos de autor. Frente a esto, Cloudflare ha lanzado nuevas herramientas para evitar que los rastreadores de IA accedan indiscriminadamente al contenido de los sitios web.
Antes, los rastreadores web (como los de Google) generaban tráfico hacia los creadores de contenido. Hoy, los rastreadores de IA simplemente extraen la información y generan respuestas sin redireccionar al autor, reduciendo así el tráfico a las fuentes originales. El tradicional archivo robots.txt
ya no es suficiente.
La propuesta de Cloudflare es clara: bloquear por defecto a los rastreadores de IA y ofrecer una opción de “Pago por Rastreo”, permitiendo que los creadores cobren a los modelos por acceder a su contenido. Una idea sencilla pero poderosa para restaurar el equilibrio.
Según el portal Xataka, la esencia de esta iniciativa es frenar el uso indiscriminado de contenido auténtico: que la IA pague por lo que toma. Hoy en día, muchos blogs y sitios de noticias ya no tienen textos originales: todo es generado por IA.
Recuerdo que en Sévisible, cuando arrancamos hace más de 12 años, redactábamos cada post de forma 100% auténtica. Luego contratamos a una editora que revisaba cada texto, le daba corrección y estilo. Era un proceso algo burocrático, sí, pero con una calidad que merecía ser publicada.
Hoy todo es distinto. Incluso nosotros hemos automatizado procesos con herramientas como Make, conectando apps con ChatGPT: damos un título, un contexto, y la IA redacta, edita y publica en WordPress automáticamente, en la fecha programada. ¿Interesante? Sí. ¿Óptimo? También. ¿Original? No. ¿Nos hace aportar algo realmente valioso? Tampoco.
Y eso lo queremos cambiar.
Desde ahora, todo el contenido será original. La IA sólo la utilizaremos para correcciones ortográficas o de estilo. Pero no generará ni redactará nuestras ideas.
Queremos volver a la raíz: a la creación auténtica. Darle a nuestra comunidad contenido que realmente aporte. Y esperar que Cloudflare libere su versión estable del “Pago por Rastreo”, para que cualquier IA que quiera usar nuestros contenidos, tenga que pagar por ellos. Lo mismo aplicará para las marcas que gestionamos.
Puede sonar atrevido, incluso radical. Pero creemos que la IA no debe arrebatarnos la libertad creativa que tanto nos ha costado conquistar. La televisión monopolizó la conversación pública. Lo mismo ocurrió con la imprenta y la radio. Pero el internet siempre ha demostrado una cosa: no importa cuánto se intente controlar la creatividad y la información, el ser humano encontrará la forma de usarlas para evolucionar.
Ojalá ganemos de nuevo esta batalla creativa.
La IA debe ser como las redes sociales o los smartphones: una herramienta. Nunca el fin. Y siempre bajo control humano. No de empresas, gobiernos ni algoritmos que decidan por nosotros.
Ya el tiempo lo dirá.
Hasta pronto, Sévisibles.